17 de mayo de 2019

Prefiero sandalias, tacos y alpargatas.


-Te compré unos zapatos, espero que te gusten…
-¡Increíble! ¿Sandalias? ¿Alpargatas? ¿Tacos?
- Botas, largas hasta la rodilla, para usar con medias largas. Esos soquetes coloridos que usás siempre te van a incomodar.
- Hubiese preferido unas ojotas, pantuflas, chancletas, botínes… ¡Hasta zapatitos de ballet! Pero, igualmente, gracias.
- Ajá, sí, de nada…
- ¿A quién se lo compraste?
- A la amiga de la tía, del primo, del padre, de la cuñada, de la abuela, de la nuera, del hermano de… ¿Cómo se llamaba?… Esa, la que una vez nos invitó a su casa… No me acuerdo el nombre.
- No la ubico…
- ¡Me hizo un descuento porque nos conocíamos!
-¿Cómo te atrevés a pagarle de menos? Estaba trabajando para mantenerse, para tener un hogar, una cama donde dormir, soñar. Para poder acceder a la salud, para alquilar el local… Gente como vos arruinan los trabajos, y, ¿Viste?… Al final estás arruinando la economía de todo el país, de la tierra.
- No fue para tanto, sólo me cobró un 75% menos del valor…
- La señora, la amiga de no sé quien, la zapatera o cómo quieras llamarla, trabaja duro para construir calzado, para fabricarlos en su taller, además los hace de distintos talles, grandes y pequeños, con cordones, finitos o gruesos casi sogas, o sin ellos; de lona, de cuero, de tela, con plantilla especial, suela fuerte… y vos le pagás de menos. Quiero que vuelvas y le pagues lo que falta…
- Al menos agradecé, ahora tenés con que caminar, correr, jugar, competir. Tenés algo que te tapa ese dedo del pie que está con la uña toda rota, algo que te abriga, te calienta, te sirve para el invierno… ¡Le pedí que me envuelva la caja para regalo especialmente para vos!
- Y, seguramente, no le pagaste el envoltorio, ¿Cierto?
- Me lo regaló.
- ¡Ahí está el punto! A vos sólo te importa ahorrar, pero la zapatera está de tu lado. Tiene familia, vida, sentimientos, estudios, piensa ¿Sabías? Ella preferiría mil veces que le pagues el doble, el triple quizás, necesita ese dinero, pero te lo vende más barato para que te vuelvas su cliente. Más te vale que vuelvas a comprarle…
- No necesito más zapatos, después me fijo.
- Yo sí necesito, ¿Si me comprás sandalias, tacos y alpargatas? ¡Ya sé! Se las pagás al triple, y no te olvides del precio del envoltorio.
- ¡Sí! ¡Qué buena idea! Ya mismo le pido a esa que le diga a su hermano, que le diga a la nuera, que la diga a la cuñada, que le diga al padre, que le diga al primo, que le diga a la tía que le diga a su amiga que yo, la que una vez fue a la casa del hermano de la nuera de la cuñada del padre del primo de su tía, le encarga unas sandalias, unas alpargatas y unos tacos al triple de precio para ayudar a su familia ¡No se olvide que le paga el envoltorio también!





A base de la constelación de Zapatero:

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