Una consigna del Taller fue escribir un cuento sobre uno o más gatos.
De esa consigna se desprendieron un montón de libros, que estuvimos compartiendo, y muchos textos, acá va uno de ellos...
De esa consigna se desprendieron un montón de libros, que estuvimos compartiendo, y muchos textos, acá va uno de ellos...
Algunos lo trataban
como otro más, ero ella pensaba distinto: le daba comida casera y le
había hecho una réplica de su casa para él. Una hora al día se
sentaba en el balcón y lo observaba como si fuese el propósito de
su vida.
Los
rumores la trataban como loca, como si fuera demasiado extraña para
esa ciudad. Les parecía muy grande la obsesión, porque no todo e
mundo pega carteles en los tachos de basura, en los parabrisas de los
autos, en las paredes y hasta en las espaldas para encontrar a un
niñera para su protegido.
Antes
de que la demencia la invada por completo, unos señores la habían
visitado con la excusa de una entrevista para observar si era una
persona digna para “La Gran Súper Niñera de Felinos protegidos
por gente educada”, ella no conocía a aquella organización pero
se sorprendió y alegró al oír de qué trataba. Supuestamente,
alguien capacitado iría a la casa del gato y se armaría una pequeña
habitación desde donde, con binoculares, miraría al animal a cada
segundo sin acercarse demasiado para no invadirlo; además le daría
de comer, lo llevaría a dormir al horario que su dueña desee y le
haría a mano juguetes de la mejor calidad dependiendo el gusto y
preferencia. Uno de ellos dijo que era psicólogo experto en esos
casos, el otro era acompañante. Luego de varias preguntas
relacionadas específicamente con el animal como “¿Cuántos pelos
color castaño oscuro tiene en la pierna delantera izquierda?” o
“¿Cuál de sus bigotes es el más largo?¿Y el más corto?”
llegó el momento donde le pedía que detalle la razón de su amor
por ellos, mientras el acompañante iba al baño. “Los gatos son…
bueno… son gatos, que más decir. Son perfectos, maravillosos, sólo
les importa disfrutar como más les gusta: durmiendo, comiendo,
ronroneando… No están pendientes de políticas, robos, ni nada del
mundo civilizado, ni siquiera les importa. Viven como hay que vivir,
viven como tendríamos que vivir, viven viviendo cada momento, viven
cumpliendo sus sueños gatunos y sin pensar en ayer o mañana, algún
día me va a enseñar a vivir como debería haberlo hecho en el
pasado”. El hombre que preguntaba se paró de golpe y fue a buscar
a su compañero, pero ya era demasiado tarde.
Pasaron
días, semanas, meses… Por la casa ya no se podía ni pasar. Si
llegabas a entrar en una ocasión, no había duda de que fotos de su
mascota estarían revoloteando a tu alrededor. En las ruinas de la
casa del felino, entre pelos con olor a muerte, seguramente veías
la lista de firmas para proceder con el asesinato del animal tirada
en el suelo.
Su
jefe, principal firma, no consiguió que volviera a trabajar. Sus
familiares, que en su momento habían estado ansiosos por tomar la
lapicera ye escribir su nombre en el papel, no pudieron probar nunca
más las sobras de la comida del gato. La Gran Súper Niñera de
Felinos protegidos por gente educada, que al fin había encontrado
una animal a quien cuidar, tuvo que conformarse con el hecho de que
su nombre había sido utilizado para dañar sentimentalmente a
alguien. Los vecinos, que forman casi el noventa por ciento de las
firmas, fueron los únicos que lograron lo que querían, lo que tanto
envidiaban: la sonrisa de la pobre mujer.
Algunos lo trataban como otro más, ero ella pensaba distinto: le daba comida casera y le había hecho una réplica de su casa para él. Una hora al día se sentaba en el balcón y lo observaba como si fuese el propósito de su vida.
Me gustó mucho el relato sobre los gatos, que muestran un cariño especial por esos felinos. La ilustración es hermosa!
ResponderBorrarprimó solo el deseo de proteger al gato que es en definitiva el protegernos los humanos, muy profundo.
ResponderBorrarMuy bueno!!
ResponderBorrarMaría Inés: Muy lindo relato, en particular me gustó mucho la descripción de las características gatunas del "buen vivir".
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