Esta es la historia siete, porque la conté siete mil veces....Siete leguas, siete moscas, siete mares, siete sitios maravillosos... Acá estamos historia Siete, vamos con todo, conmigo y la miga, ay, tengo miguitas en el bigote, qué mal, qué desprolijidad, perdón Tal vez no parezco varón, pero es que no lo soy y tu primicia es falsa, porque tampoco soy un león. Podría ser una liebre, pero sería un montón/ Prefiero ser un gato, sí, pero si tengo que ser un pato, acato. O un pez, tal vez. O una mariquita de San Antonio, ¿quién sabe? Existe un dicho popular que dice: "Será mariquita, será tal vez; aunque será, por otro lado, una mariquita pez". No sé si viene al caso, pero es lo que llegó a mi mente; lo siento si me voy demasiado por las ramas, el punto es que este ser vivo miraba con odio a su casa de la infancia ahí había sufrido la peor de las pesadillas: un ogro intento comérselo, pero no pudo, porque se defendió con el arma más poderosa del mundo, un paraguas de goma La goma era tóxica, no podía aguantar verla. En un momento se tragó la goma. Fue espantoso. Sintió áspera la garganta y se le cortó el aire y luego todo se nubló, alguien gritaba desde el fondo, también él quería gritar pero no pudo. Entonces sintió la inyección y s e desvaneció. Amaneció en el hospital. Otro día, otra vida.
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