Rodolfo Surmann abrió la computadora serenamente, confiaba en sí mismo. Abrió Google y escribió "cuántos años tiene Rodolfo Surmann?" No lo sabremos ni en veinte años, man/ me dije, mas creo que en la Aduana lo sabrán Por las dudas corro. "Vamos a la casa de Beltrán", susurro. Y así ocurrió. Caminaron muy lentamente, como si un aire de incomodidad llenara el espacio. Atravesaron todo el valle y llegaron a la alta puerta negra para el ocaso. El ocaso, ah, que bello lugar, lleno de flores y mariposas, con bellos arboles y grandes prados, solo un problema tenía y ni solución tenía: la piedra mágica La piedra podía predecir el futuro, pero tenía un 50% de posibilidades de equivocarse. En la piedra vio su final, no era feliz. Pero sabía que era un momento de incertidumbre... Y que esa infelicidad también un día terminaría. Pero hasta entonces se sentaría y leería sobre cómo llegar a Plutón antes de que finalicen sus pocos años de vida. Le encantaba Plutón.
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