8 de octubre de 2020

Historia 3 - Poema narrativo de Pedro Roquero

 Poema narrativo de Pedro Roquero. Era un día soleado, sin Ramiro a su lado, porque aquí su amado, murió desconsolado. Lamentable pérdida, pues si, porque al morir el conejo, pobre de el!, un arbol parlante acabo con, hablaba y hablaba, sin parar ni una vez, pues el conejo ballas orejas tiene, pobre del arbol tambien, pues un abaro leñador, que volando paso, el piso corto y el arbol callo, ahora, fantasmas los dos, el conejo y el arbol hablan con pasion El conejo tenía hambre, pero el árbol era paciente. En un momento el conejo trató de comer una hoja del árbol, el árbol se enojó. Más aún, se recalentó. Y eso no importó. La frutilla del zar se cayó en la laguna. Y la laguna resplandeció después. Luego pasó un pez, que se dirigía a ver al juez. El delito era grave, muy grave, tan grave que habían olvidado cuál era. Meditaban horas, y noches, intentando recordar. Sin embargo, ninguna imagen se les aparecía en su cabeza, ni un ínfimo fragmento de memoria les visitaba. Me tocaban la cara con los dedos gélidos, con las mirada huecas. Tan ausentes y tan distantes. Brillando de tristeza y de inseguridad, resplandecientes de temor y soledad. Soltaron finalmente sus manos, dejando por fin atrás el recuerdo de lo que alguna vez fue.

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