Una tarde escribimos sustantivos simples a medida que se nos ocurrirían, luego hicimos lo mismo con verbos. Elegimos 5 de cada, se los dimos al de al lado y nos pusimos a escribir... De modo que este cuento tiene especialmente las palabras "pasto, budín, camello, vaso, espejo, reiterar, informar, identificar, agarrar, faltar", además le agregamos al desafío un diálogo, una cita y un final...
Tiró el vaso. El agua se derramó lentamente, abriéndose lugar por el pasto. Aquel día todo el set estaba cansado, aunque no tanto como otras veces. Hizo unas señas al hombre de la cámara, quien podría ser descrito con una sola palabra: desprolijidad. Si la imagen aún no está clara, lo que hizo a continuación permitiría identificarlo adecuadamente. Se suponía que sólo tenía que cortar la toma del video, pero el aparato dio un esplendoroso giro y se levantó en el aire un instante para luego derrumbarse arruinando todo el trabajo. Agarró el objeto, aún andaba, puso replay. No, no lo había logrado, no había cortado el video a tiempo. Apartó la cámara vieja y fue al armario de las nuevas. Le llevó unos minutos prenderla, pero ya estaba acostumbrado.
- ¿Listo Raúl? ¿Lista la cámara?, ¿cargaron un nuevo vaso de agua? Espero, Mariano, que no lo derrames esta vez ¿Lucas? ¿Todo listo? ¿Retrocedieron el reloj? Sí... cuando se cayó el vaso eran... exactamente las cinco con tres minutos y cuarenta y siete segundos, cuarente y SIE-TE. No, Mariano, vos estabas en otra posición. El codito más allá...- la voz chillona de la mujer gritaba dándoles órdenes. Nadie respondía. Tal vez no se animaban, tal vez no tenían tiempo.
-ACCIÓN!
De pronto, la escena volvió a ser como antes. Exactamente igual, ni un pelo de Mariano se había movido. Cualquiera hubiese dicho que esa pausa no existió.
- Hoy les informamos del camello- un hombre con bigote, detrás de la escena, apretó un botón y en el fondo plano detrás del periodista apareció un camello- que en vez de pasto se alimenta de budín.
- Sí- contestó la mujer que estaba a su lado, también frente a la cámara- como dice Jorgelina Estartalia: "Los tiempos no son buenos quizás, pero en verdad deberás alarmarte cuando veas un camello comiendo budín de queso. Sólo entonces deberías correr".
-Efectivamente, señoras y señores, el budín es de queso. Reiteramos, ¡El budín es de queso!
- Corten, corten ¡CORTEN!, bien... pero es Jorgelina Estartalina, Es-tar-ta-li-Na. Si decís el nombre real nos cobran los derechos de autor.
Tras repetir varias veces la escena lograron armar un video sin marcas de los cortes. Estaban orgullosos, sumamente orgullosos. Más cansados que antes, pero orgullosos al fin.
- ¡Bien! con esto sí que vamos a ganar dinero... Alberto, agregale arriba a la derecha "En vivo", letras blancas, fondo rojo. Julieta, agregá los titulares, sí, así están bien... Jorge y Magdalena, el lenguaje de señas, abajo a la derecha. Esteban... ¿Qué querés Mariano?- el periodista se había acercado a la mujer con voz chillona para mostrarle una carta.
- Falta poco para las once, tenemos que subir esto cuanto antes, no tengo tiempo para cartas.
-Es una denuncia, ¡una queja!
-¿Una queja? ¿¡Cómo que una queja!? ¿de qué? No puede ser... ¿es por el nombre de esa Jorgelina estar...
- Dicen que no emitimos en vivo, que todo es falso.
La mujer se agarró la cabeza, se miró al espejo, gritó y huyó al ritmo que retumbaron en el estudio sus últimas palabras:
-Cuando veas un camello comiendo budín de queso, sólo entonces deberías correr. Estás a cargo, Mariano".
Varios huyeron después de eso, bastantes, todos menos el hombre desprolijo y el periodista.
-Van a venir... hoy a las diez...
-Pero si ya son las once.
-Entonces, ya están acá.
Giraron las cabezas, una señora de avanzada edad les sonreía satisfactoriamente.
-Vayan preparando el dinero.
- No, lo nuestro fue en vivo, sin rastros de cortes.
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