Un cadáver exquisito es un texto escrito por muchas personas, alguien escribe dos líneas y tapa la primera, de forma que la siguiente persona pueda leer sólo la segunda parte. A continuación, ella escribe otras dos líneas y tapa la segunda línea de la primera persona y su primera línea. El procedimiento se repite y, al leerlo, no damos cuenta del absurdo resultado.
Era una noche lluviosa como cualquier otra pero lo que la diferenciaría de las demás era que en un ajustado departamento de Avenida Belgrano tres amigos (Lucas, Luis y Lola) verían una película y sobrellevarían un diálogo muy interesante.
La película era una de esas de terror antiguas que los efectos hacen que en vez de miedo te generen gracia por eso luego de que Lucas de ellos saliera del baño empezó esta conversación:
-¿Qué les pareció?-
-¡Malísima! Todo por
culpa de ese actor...- dijo enojado Luis.
-Y bueno, hacete
director y crea tu propia película con los mejores actores, pero no
cuentes conmigo porque a mí los actores me parecieron bien- respondió
Lola.
-¡A mí no!- gritó
Luis irritado-. El actor que hace de perro gigante ni siquiera sabía decir
"guau", hasta yo lo sé hacer- y continuó con voz áspera: -¡guau! ¿ves?
- ¿Eso es guau?, hasta
el perro de esa película de niños que vimos el otro día lo hacía
mejor... ¿Cómo se llamaba?-dijo Lucas pensando.
-"Un perro me
salva"- respondió Lola.
-Bueno- dijo Luis
dejando una pausa para tomar aire- ¡Qué me importa que sea bueno o
malo diciendo guau!- gritó enfurecido- ¿Les dije que vi la de
la semana que viene, esa de superhéroes y drama?- mencionó Luis con
intención de aliviar el ambiente.
-¡No, no me dijiste!-
respondió Lucas enojado- ¡¿Oíste bien?!
-¡No, no te escuche!-
dijo Luis provocando a Lucas.
-¡Qué no me dijiste!
¡¿Hay que gritarte para que entiendas?!- gritó Lucas con una furia
enorme.
-¡Sí! ¿sabés?-
vocifereó Luis a punto de explotar.
-Tranquilos, tranquilos-
dijo Lola con intención de tranquilizar la situación.
-¡No, no sabía!- siguió
Lucas ignorando a Lola.
-¡Bueno, ahora sí
sabés!- dijo Luis con intención de terminar la pelea.
-Bueno me tranquilizo-
expresó Lucas.
-Ven, mejor - mencionó
Lola con tono triunfante por tener razón.
-¡Callate Lola!- dijo
Luis.
-Tranquilo... que si te
metes con Lola te metes conmigo y yo te haría huevo frito con una
patada- anunció Lucas.
-¡A mí me gusta el
huevo frito!- añadió Lola que pensaba en otra cosa.
-¡Cualquiera! Mejor el
huevo duro!- expresó Luis con ganas de dar opinión.
-Yo creo que es mejor no
comer huevo, en realidad ningún derivado animal- sostuvo Lucas que
era vegano.
-No creas, por favor,
siempre que lo haces crees en eso por unos días y luego cambias de
idea- dijo Luis que lo conocía bien.
-Es verdad- declaró
Lucas.
-No le creas a Luis, vos
podés creer en lo que quieras, cuando quieras y donde quieras- añadió
Lola para parecer sabia, aunque esto lo había sacado de una tira cómica- Lo que
se ve estos días…
-Exactamente- dijo Luis-
No lo sé, no lo sé.
-¡Yo sí!- expreso Lucas
para hacerse inteligente.
-Entonces, ¿A dónde?-
dijeron Luis y Lola al mismo tiempo.
Luego de una explicación
interminable, Lucas le dijo a Luis y Lola que vamos a parar al futuro.
Luego Lucas se retiró y se fue a su casa.
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