26 de abril de 2019

Noche de cine

Un cadáver exquisito es un texto escrito por muchas personas, alguien escribe dos líneas y tapa la primera, de forma que la siguiente persona pueda leer sólo la segunda parte. A continuación, ella escribe otras dos líneas y tapa la segunda línea de la primera persona y su primera línea. El procedimiento se repite y, al leerlo, no damos cuenta del absurdo resultado.

Era una noche lluviosa como cualquier otra pero lo que la diferenciaría de las demás era que en un ajustado departamento de Avenida Belgrano tres amigos (Lucas, Luis y Lola) verían una película y sobrellevarían un diálogo muy interesante.
La película era una de esas de terror antiguas que los efectos hacen que en vez de miedo te generen gracia por eso luego de que Lucas de ellos saliera del baño empezó esta conversación:
-¿Qué les pareció?-
-¡Malísima! Todo por culpa de ese actor...- dijo enojado Luis.
-Y bueno, hacete director y crea tu propia película con los mejores actores, pero no cuentes conmigo porque a mí los actores me parecieron bien- respondió Lola.
-¡A mí no!- gritó Luis irritado-. El actor que hace de perro gigante ni siquiera sabía decir "guau", hasta yo lo sé hacer- y continuó con voz áspera: -¡guau! ¿ves?
- ¿Eso es guau?, hasta el perro de esa película de niños que vimos el otro día lo hacía mejor... ¿Cómo se llamaba?-dijo Lucas pensando.
-"Un perro me salva"- respondió Lola.
-Bueno- dijo Luis dejando una pausa para tomar aire- ¡Qué me importa que sea bueno o malo diciendo guau!- gritó enfurecido- ¿Les dije que vi la de la semana que viene, esa de superhéroes y drama?- mencionó Luis con intención de aliviar el ambiente.
-¡No, no me dijiste!- respondió Lucas enojado- ¡¿Oíste bien?!
-¡No, no te escuche!- dijo Luis provocando a Lucas.
-¡Qué no me dijiste! ¡¿Hay que gritarte para que entiendas?!- gritó Lucas con una furia enorme.
-¡Sí! ¿sabés?- vocifereó Luis a punto de explotar.
-Tranquilos, tranquilos- dijo Lola con intención de tranquilizar la situación.
-¡No, no sabía!- siguió Lucas ignorando a Lola.
-¡Bueno, ahora sí sabés!- dijo Luis con intención de terminar la pelea.
-Bueno me tranquilizo- expresó Lucas.
-Ven, mejor - mencionó Lola con tono triunfante por tener razón.
-¡Callate Lola!- dijo Luis.
-Tranquilo... que si te metes con Lola te metes conmigo y yo te haría huevo frito con una patada- anunció Lucas.
-¡A mí me gusta el huevo frito!- añadió Lola que pensaba en otra cosa.
-¡Cualquiera! Mejor el huevo duro!- expresó Luis con ganas de dar opinión.
-Yo creo que es mejor no comer huevo, en realidad ningún derivado animal- sostuvo Lucas que era vegano.
-No creas, por favor, siempre que lo haces crees en eso por unos días y luego cambias de idea- dijo Luis que lo conocía bien.
-Es verdad- declaró Lucas.
-No le creas a Luis, vos podés creer en lo que quieras, cuando quieras y donde quieras- añadió Lola para parecer sabia, aunque esto lo había sacado de una tira cómica- Lo que se ve estos días…
-Exactamente- dijo Luis- No lo sé, no lo sé.
-¡Yo sí!- expreso Lucas para hacerse inteligente.
-Entonces, ¿A dónde?- dijeron Luis y Lola al mismo tiempo.
Luego de una explicación interminable, Lucas le dijo a Luis y Lola que vamos a parar al futuro. Luego Lucas se retiró y se fue a su casa.


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